Los futbolistas del equipo de Irán, que jugaba contra Inglaterra este lunes 21 de noviembre durante la segunda fecha de Qatar 2022, guardaron silencio mientras sonaba el himno nacional de su país.
El gesto fue interpretado como una muestra de solidaridad del equipo nacional hacia las protestas que se escenifican en su país, donde miles exigen respeto a la libertad, a los derechos humanos y a las mujeres.
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Las protestas y el caos están remeciendo las calles de Irán en los últimos meses. Las manifestaciones se desencadenaron a raíz de la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien murió después de haber sido detenida y golpeada por la policía moral del país fundamentalista. La policía local ha desatado una ola de represión muy violenta.
Antes que comenzara el torneo, el seleccionador de Irán, Carlos Queiroz, dijo que los jugadores podrían protestar mientras compitieran en Qatar.
Queiroz entiende muy bien la tormenta en la que están sumergidos sus jugadores: “Por favor, los profesores, los moralistas, dejen que los chicos jueguen. Estos chicos solo quieren jugar”. El portugués también comprende la intensidad emocional que atraviesa la grada. En un momento del segundo tiempo, claramente por detrás en el marcador, dejó de mirar el partido y se giró a la hinchada iraní, apretó los puños, levantó los brazos, les aplaudió y les lanzó besos. Le respondieron animando con más fuerza. No están solos.
La silenciosa muestra de respeto fue recibida con una ruidosa reacción por parte de los aficionados iraníes, muchos de los cuales vitorearon en todo momento. No está claro si fue en apoyo de los jugadores.